Nuevas hipótesis
Una de las hipótesis más atractivas del origen de los vascos es la que los vincula con Xenia una de “las 33 hijas de Eva” de las que por lo visto descendemos todos los humanos. En lo que a Europa se refiere, serían siete las madres primigenias de los continentales, una de ellas Xenia, la madre de los vascos, los ojibwa, los sioux, los esquimales y los aino japoneses. Estas son las conclusiones que establece Bryan Sykes en su libro: “Las siete hijas de Eva”. El estudio se hizo por medio del ADN mitocondrial, que solo se transmite a través de mujeres. Estas cosas se dicen en una página web sobre el origen de los vascos, que como se verá más adelante son absolutamente falsas
Continúa la mitología, al parecer, de estas siete hijas de Eva, los vascos solo presentan ADN de seis, siendo muy extraño encontrar DNA de Jasmine, la más joven y originaria de Siria, por lo que, según los genetistas, los vascos serían “los más europeos de todos los europeos”, algo que era de esperar, pero también serían entonces los menos civilizados, pues Siria es el origen de Sumer, la escritura y la civilización humana, algo que se le ha olvidado a los genetistas. Presentar DNA de seis de las siete hijas de EVA, tampoco es para tirar voladores en lo de la pureza de raza.
Parece ser, dicen los enterados de estas cosas, que en el magdaleniense, los vascos provendrían de un pueblo conocido como los elurianos, que además de haber pintado las cuevas desde Lascaux hasta Candamo, manejaban hace 16.000 años puntas de flecha similares a las que utilizaron los indios norteamericanos. Es curioso que no aparece en internet ninguna referencia a este pueblo, más que la expresada en este artículo.
Sin embargo, el único hallazgo de un arco de esa época no apareció en Euskadi , sino en Mannheim (Alemania) y no está claro que fuera un arco, porque es un fragmento con una muesca. Los ejemplares más antiguos que se conocen de arco son hallados en Dinamarca, Alemania e Inglaterra y tienen una datación de aproximadamente 10.000 años (no 16.000 como se atribuye al arco de los eleurianos). Algún iluminado especula con la posibilidad de que los esquimales, los indios norteamericanos y los aino japoneses, tendrían un mismo origen, puesto que hay similitud entre la lengua japonesa, aunque parece que se omite que hay más incluso con las lenguas bereberes del norte de África.
Genética vasca
En 1949, Arthur E. Mourant publicó un estudio en el que se observaba que el 30 % de los vascos tenían Rh- y que por eso, además de por el reparto de grupos 0 y B, eran diferentes a todas las poblaciones circundantes. Sin embargo, en 1997, un estudio realizado por Arnaiz-Villena y Jorge Martínez Laso, descubrió que los vascos estaban más próximos genéticamente al resto de población española, incluso a la bereber, que a otras poblaciones europeas.
“Hay una larga historia sobre los vascos porque se consideran a sí mismos genéticamente diferentes, y un grupo separado. Una especie de reliquia de los europeos de antes de que comenzara la agricultura. Pero en realidad son muy europeos. Si analizas su ADN mitocondrial son más europeos que los europeos… de manera que están bastante relacionados. Su principal peculiaridad es que entre los vascos, es más extraño que en ningún otro grupo europeo, encontrar descendientes del clan de Jazmín, (único clan no originario de Europa, al que pertenecen alrededor de un 12% de los europeos nativos), que vivió en oriente medio hace aproximadamente 8.500 años, pero cuyos descendientes entraron en Europa con los primeros agricultores. Y aunque la agricultura y ganadería llegaron al país vasco más tarde que al resto de Europa…, es muy extraño encontrar descendientes de Jazmín entre los vascos. Esa es la diferencia principal con el resto de los europeos; pero no es una gran diferencia”
Otros estudios genéticos resultan contradictorios. Anne Cambon Thomsen, de Toulouse, y los doctores Pandya y Tyler-Smith, de la Universidad de Oxford, hallaron claras similitudes entre vascos y los norteafricanos. En 2007, Spencer Wells director del Geographic Project de National Geographic ha señalado que genéticamente los vascos son idénticos al resto de los íberos. Tienen ligeras frecuencias distintas, propias de una población aislada de iberos.
En resumen, que los vascos están tan mezclados como todos los demás europeos, como mucho tal vez tengan algo más de influencia del norte de África que los demás, como aventuran algunas hipótesis lingüísticas que vinculan el euskera con lenguas bereberes de los Montes Atlas de Marruecos.
La fisonomía vasca
Sin embargo no es la lengua, ni la genética, ni la etnología, la fuente de las mayores diferencias de los vascos, sino la morfología craneal, los vascos según Augusto Panyella, director del museo etnológico de Barcelona (la nación del Estatut), tendrían unas características diferenciales que podrían llevarnos a hablar de raza vasca. Pero quizás, más importante haya sido el hallazgo de cráneos dolicocéfalos en la región del Duranguesado, con predominio de mandíbula rectangular, ojos oscuros y fuertes prominencias cigomáticas, lo que nos hace pensar de forma inmediata en las características de un Hombre de Neanderthal, como nos indica David Noel: “De una combinación de viejas y nuevas pruebas, parece que por fin tenemos una respuesta satisfactoria a la vieja pregunta de "¿Qué pasó con los neandertales?". Si el razonamiento con datos actuales es correcto, todavía están con nosotros: son los vascos”.
Si consideramos las característica fisionómicas de los vascos más típicos estas son similares a las de los neandertales: que fueron una especie bien adaptada al frío, tenían un cráneo alargado y amplio, baja estatura, complexión robusta, y nariz amplia de aletas prominentes; esqueleto robusto, pelvis ancha, extremidades cortas, tórax en barril, arcos supraorbitarios resaltados, frente baja e inclinada, faz prominente, mandíbulas sin mentón y gran capacidad craneal —1.500 cm³. Si añadimos que el Rh - era el grupo sanguineo más característico de los neandertales, ya tenemos la conjunción de factores que nos permitirán avanzar la hipótesis.
Urge realizar una comparación genética entre las características de los neandertales y los vascos, ahora que se sabe que llegaron a mezclarse con los cromagnones, quizás todavía estemos a tiempo de que los últimos neandertales no desaparezcan del planeta. Los estudios del genoma de los neandertales que se completarán en unos años, nos permitirán saber si los vascos son realmente los últimos de su especie.
superyoo!
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